Lunes, 30-03-09

EFE

TOLEDO.

Dos concentraciones de muy distinto signo y desigual seguimiento coincidieron ayer en la plaza del Ayuntamiento de Toledo, una, la más numerosa (unas trescientas personas), en contra de la reforma de la Ley del Aborto, convocada por la plataforma «Derecho a Vivir», y la otra, por el Foro de la Memoria Histórica de Toledo, que reunió a unas 25.

La coincidencia de ambas concentraciones, autorizadas por la delegación del Gobierno, según dijeron los convocantes de cada una de las manifestaciones, sorprendió a los promotores de ambas, que se preguntaban «¿qué hacen esos ahí?», tal y como se pudo escuchar a un joven asistente a la protesta antiabortista mirando a los del Foro de la Memoria Histórica.

La plataforma «Derecho a Vivir» reunió a unas trescientas personas, según la Policía Local, que exhibieron pancartas, carteles y pegatinas con el lema «No existe el derecho a matar: existe derecho a vivir» y que corearon gritos de «Aborto, asesinato» y «Vida, vida, vida, derecho a la vida».

Entre los asistentes a esta protesta, que se concentró en las proximidades del palacio arzobispal, estuvieron la concejala del PP en el Ayuntamiento de Toledo, Mari Paz Ruiz, y la alcaldesa de Guadamur y diputada popular en la corporación provincial de Toledo Sagrario Gutiérrez.

El portavoz en Toledo de la Plataforma «Derecho a Vivir», Alejandro Campoy, insistió en que el debate del aborto en España no está cerrado desde hace veinticinco años como dice el Gobierno, sino, que sigue abierto como lo demuestra el hecho de que hay «muchísima gente que se está movilizando».

Los asistentes del Foro de la Memoria Histórica reunió, por su parte, a unas veinticinco personas, entre ellos los concejales de IU en el Ayuntamiento Aurelio San Emeterio y Carmen Jiménez, ante la puerta de la Audiencia provincial tras una bandera republicana y una pancarta que rezaba «Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo».

El presidente del Foro de la Memoria Histórica de Toledo, Emilio Sales, explicó que con esta segunda concentración (la primera tuvo lugar en febrero) quieren mantener vivo el testimonio de los que sufrieron la represión franquista y lamentó el escaso respaldo de las Administraciones.