Teatro del Común
El
Teatro del Común nace en Madrid en 1998 cuando se une un grupo de dieciocho
profesores de Enseñanza Secundaria, especialistas
en las más variadas disciplinas y aficionados todos
al teatro.
Después
de haber participado durante años en numerosos cursos
(como el Taller de Teatro de La Fundación Teatro de
La Abadía dirigido por José Luis Gómez; o un Curso
de Dramaturgia impartido por José Sanchis Sinisterra)
decidimos unirnos para seguir nuestra formación en
cursos organizados y financiados por nosotros mismos.
La primera experiencia profesional de la compañía
Teatro del Común fue el montaje de algunos cuadros
de Terror y miseria del III Reich, de Bertold Brecht, con dirección de Ignasi
García bajo la supervisión de José Sanchis Sinisterra
en el Ateneo Cultural 1º de Mayo (Comisiones Obreras).
Nuestro
proyecto
La relación establecida con José Sanchis Sinisterra
nos ha conducido al montaje de su texto Terror y miseria en el primer
franquismo, cuatro de cuyas escenas habían
sido escritas a finales de los 70 y publicadas por
el Instituto del Teatro de Barcelona, sin que hasta
la fecha hayan subido a los escenarios.
La obra ofrece en nueve cuadros un mosaico de la
olvidada realidad española de los años cuarenta, en
la línea que Brecht abrió al presentar la sociedad
alemana de los años treinta: un ejercicio literario,
un experimento dramatúrgico y un interesante trabajo
de recuperación de la memoria histórica.
Inmediatamente surge un ambicioso proyecto en el
que el teatro se convierte en herramienta didáctica
al servicio de la historia: se trata de montar un
espectáculo dirigido a los jóvenes, a menudo ignorantes
de su más inmediato pasado, en el que queremos combinar
la representación teatral con la celebración de algunos
coloquios, mesas redondas, conferencias, etc... en
las que profesores de Departamentos Universitarios
y de Enseñanza Media, personalidades relevantes del
mundo de la cultura, incluso algunos testigos de
los hechos, pudieran entablar un productivo diálogo
con los estudiantes universitarios y de bachillerato
interesados en ahondar en este ámbito del conocimiento,
tanto desde la perspectiva teatral y literaria como
desde la histórica.
DE LA MEMORIA A LA ESCENA
Una propuesta del autor
El teatro,
que siempre pretende hablar a sus contemporáneos,
se vuelve a menudo hacia el pasado para nutrir el
presente, para dotarlo de raíces, de sentido, de densidad.
A las obras surgidas de esta mirada retrospectiva
se las suele llamar “históricas”, pero a mí, francamente,
esta denominación me parece un poco solemne y acartonada.
En vez de usar el pretencioso término de “teatro histórico”,
prefiero hablar de “teatro de la memoria”. […]
Lo malo
es que los regímenes democráticos, fascinados por
el cambio y la innovación, ávidos de conquistar el
futuro y empeñados en no perder el tren del presente,
descuidan a menudo la preservación, la recuperación
del pasado, relegando la memoria a los museos, a los
archivos y a los viejos. Ocurre entonces que se olvida
la dañina labor del olvido. Y mucha gente se encuentra
avanzando hacia donde le dicen, sin recordar de dónde
viene y sin saber hacia adónde quería ir.
El
“teatro de la memoria” es uno de esos rincones en
los que se pretende conjurar el olvido, revisitar
el pasado para entender un poco más el presente, y
quizás para ayudarnos a escoger un futuro... o incluso
para luchar por él. En la vida de cada día - la mía
y la tuya- ocurre también que el recordar experiencias
vividas tiempo atrás, rememorarlas, contárselas a
otros, nos sirve para entenderlas mejor, para entendernos,
para que nos entiendan. Y aunque las “maquillemos”
un poco, o un mucho, nos ayudan a construirnos como
personas, a dar un sentido a nuestra vida, a afirmarnos
ante los demás, a situarnos en el tiempo: vengo de
allí, voy hacia allá.
Esta
obra, “Terror y miseria en el primer franquismo”,
nació de un propósito parecido: quería rememorar un
pasado que - pensaba yo- podía disolverse en el olvido...
después de haber sido ocultado y deformado por un
sistema dictatorial que se estaba desmoronando aceleradamente.
Hablo
de los años de la transición a la democracia, tras
la muerte de Franco en 1975. Con el derrumbe de las
“instituciones” del régimen - la censura, el sindicato
único y “vertical”, la ilegalidad de los partidos
políticos... -, los vientos de cambio y de libertad
soplaban esperanzados por toda España. […]
Entre
1979 y 1980 compuse cuatro de mis piezas y empecé
varias más, pero tuve que dejar interrumpido el proyecto
porque me reclamaban otras tareas escénicas más urgentes:
escribir y dirigir obras para mi grupo, El Teatro
Fronterizo. Veinte años más tarde, ante el alarmante
giro a la derecha de la sociedad española y la - en
mi opinión- reaparición de “síntomas” neofranquistas
en la clase política, me propuse reanudar y concluir
el antiguo proyecto, impulsado por los mismos propósitos:
ofrecer a la memoria un cobijo digno y compartible.
[…]
José
Sanchis Sinisterra
TERROR Y MISERIA EN EL PRIMER FRANQUISMO
De José Sanchis Sinisterra
La
obra consta de nueve
cuadros sobre distintos aspectos de la vida en la
España de la década de los 40. Cada cuadro está situado
en un año diferente de esta década. Aparecen mendigos,
comerciantes, profesores, damas elegantes, jóvenes,
presas, escritores, campesinos, etc., toda una gama
de personajes que sufren situaciones vividas por miles
de personas en aquellos años.
Los cuadros
tienen también variedad de subgénero dramático: teatro
del absurdo, sainete, alta comedia, drama rural, teatro
épico, etc.
Escenas:
Primavera 39 (1939): Dos mujeres salidas de
la guerra nos muestran sus heridas y sus sombras en
un espacio y una situación irreal.
El sudario de tiza (1939-40): Enseñar Historia de
España en el año 40 supuso para muchos profesores
una auténtica tortura. La Historia ya no era la misma,
España tampoco.
Plato único (1940): Un comerciante electricista
se enorgullece de poder servir a la Patria siguiendo
las consignas del Caudillo.
El anillo (1942): Dos mujeres de la próspera
burguesía que salió del estraperlo dejan ver sus almas.
Los sueños y la realidad se funden en un momento.
Filas prietas (1943): Jóvenes del Frente de
Juventudes, de excursión con unas amigas, muestran
el poder del miedo sobre la razón.
Intimidad (1944): La dureza de la prisión
y de los recuerdos a través de la relación entre dos
presas, una anarquista y otra comunista.
Dos exilios (1945): Dos hermanos viven de
distinta forma el exilio en Méjico y en Valencia.
Dos maneras distintas de vivir la soledad.
El topo (1948): Una historia rural de
resistencia y paciencia, como cientos que se vivieron
en la España de la posguerra.
Atajo (1949): Dos franquistas de pro,
presintiendo la relajación del espíritu de la cruzada,
descubren en una casa el nacimiento de una institución
que llevará la santa intransigencia hacia el futuro
(nuestro presente).
FICHA
ARTÍSTICA:
Primavera
39 |
Lía: Teresa Navarro
Madó: Ana Torres
Bailarina:
Patricia Ruz |
El sudario de tiza |
Profesor: Andrés
Narganes |
Plato
único |
Cosme: Paco Gómez
Jenaro: Sergio García
Benigna: Mª Jesús Luque |
El
anillo |
Marga: Ana Vázquez Souto
Carmina:
Ana Vázquez Honrubia |
Filas
prietas |
Jaime: Carlos López
Antonio:
Jaime Descallar
Remedios:
Cristina Fermosel
Celia:
Clara de Madrid
Berta:
Maguy Magán
Pilar:
Isabel Juarranz
Damián:
Pablo Rogero
Eloy:
José Armesto
Martín:
Iñaki González
El hombre:
Aguilera Vita
|
Intimidad |
Teresa: Pilar J. San Emeterio/Candi Hernández
Nati:
Mila S. Arnosi
|
Dos exilios |
Jorge: Felipe Higuera
Leandro:
Teo Santurino/Celestino Ramírez
|
El topo |
Miguel: Aguilera Vita
Julia:
Hitos Hurtado
|
Atajo |
Don Abundio: Francisco J. Sánchez
Don
Bolonio: Santiago U. Sánchez
|
Dirección:
José Sanchis Sinisterra
Ayudante
de dirección: Ignasi García
Escenografía:
Cris Otero
Vestuario:
Helena Sanchis// Cornejo
Voz:
Nuria Badía
Coreografía:
Patricia Ruz
Grabación:
José Carlos Pino
Diseño
de luces: Pedro Pablo Melendo
Producción:
Nieves Román
Ayudante
de producción: Pablo Rogero
José Sanchis Sinisterra
Nacido
en Valencia, es en su Universidad donde se desarrolla
la primera etapa de su carrera teatral, integrando
la escritura con la dirección escénica y la investigación
con la pedagogía. Tras dirigir el Teatro Español Universitario
de la Facultad de Filosofía y Letras, funda el Grupo
de Estudios Dramáticos y el Aula y Seminario de Teatro.
Vinculado al estudio y a la enseñanza de la literatura,
ha reivindicado siempre la doble naturaleza –literaria
y escénica–, del texto dramático.
Establecido
en Barcelona en 1971, ejerce como profesor en el Institut
de Teatre y en la Universitat Autónoma. Funda en 1977
el Teatro Fronterizo y crea en 1988, junto
con Luis Miguel Climent, la Sala Beckett, que
dirige hasta 1998, fecha de su traslado a Madrid.
Imparte talleres y cursos de dramaturgia en España,
Italia y numerosos países de América Latina.
En
1990 recibió el Premio Nacional de Teatro en
reconocimiento al conjunto de su carrera, y en el
año 1991 fue galardonado con el Premio Federico
García Lorca.
Es
autor de más de 40 textos teatrales, entre obras originales,
adaptaciones y dramaturgias de textos narrativos.
Algunos títulos: La noche de Molly Bloom (1979); Pervertimento y otros gestos para nada
(1986); ¡Ay Carmela! (1986); Los figurantes (1988); Ñaque o De piojos y
actores (1990); El Retablo de Eldorado (1984); Perdida en los Apalaches
(1990); El cerco de Leningrado (1993); El lector por horas
(1996); La raya del pelo de William Holden
(1998).
Necesidades técnicas
Iluminación:
Sonido:
500
w. Equipo con doble CD.
Duración del espectáculo:
2
Horas y 30 minutos con descanso
Idioma:
Castellano
Contratación:
Teatro del Común
Nieves Román Merlo
Jorge
Juan, 34
28001
MADRID
Teléfono
de contacto : 629 13 56 46
E-mail:
nieves.roman@terra.es
Otros requisitos:
Camerino con agua corriente y espejos
para 27 personas
Caché:
3.000 € + iva en Madrid y un
radio de 100 Km.
Otros sitios: consultar gastos
Representaciones
hasta la fecha
-
CNC - Sala Mirador:
14, 15, 16, 17, 26, 27 de noviembre y 3, 10 y 11 de
diciembre
-
Teatro García Lorca (Getafe)
4 de diciembre
-
Instituto Francés:
17 y 18 de diciembre
-
Teatro de Madrid:
14 y 15 de enero
-
Teatro “La Galera”
(Alcalá de Henares) 22, 23, 24 y 25 de enero
-
Ateneo 1º de mayo de Comisiones Obreras:
30 y 31 de enero
-
Teatro Las Vegas.
(Villanueva de la Serena) 5 de abril
-
Ateneo 1º de Mayo: 29
y 30 de mayo
Público
-
CNC - Sala Mirador:
940 espectadores. 92 % de aforo
-
Teatro García Lorca: 183
espectadores. 40 % de aforo
-
Instituto Francés:
430 espectadores. 95 % aforo
-
Teatro de Madrid:
650 espectadores. 50 % aforo
-
Teatro “La Galera”
(Alcalá de Henares): 295 espectadores. 98 % aforo
-
Ateneo 1º de mayo de Comisiones Obreras:
900 espectadores. 80 % aforo
-
Teatro Las Vegas: 120 espectadores.
50 % aforo
-
Ateneo 1º de Mayo de Comisiones Obreras:
550 espectadores. 70 %
·
La
media de ocupación total es del 72% del aforo hasta
la fecha de hoy.
Otros:
·
Candidatos
a los premios Max 2003 al Mejor Grupo Revelación.
La Prensa ha dicho…
«El
dramaturgo José Sanchis Sinisterra devuelve al teatro
su esencia brechtiana de conciencia social con este
Terror y miseria en el primer franquismo…»
«Utiliza
las palabras como bisturí para realizar una operación
de cirugía sentimental, política y social sobre los
tiempos del franquismo español. Para que esa herida
–cicatrizada para algunos- no se olvide y para procurarle
una justa cura basada en el recuerdo de todas las
atrocidades cometidas».
Itziar de Francisco: EL
MUNDO 14.11.2002
«Hay
varias cosas importantes en esta obra. La primera,
que está interpretada por una compañía de aficionados
con vocación de ser “del común”, como dice su nombre,
con un número elevado de actrices y actores cuya calidad
es a veces superior, a veces igual a los de teatro
profesional».
Eduardo Haro Tecglen: EL
PAIS 18.11.2002
«El
teatro de la memoria es uno de los más certeros rumbos
que puede tomar el arte dramático. Recordar quiénes
somos, de dónde venimos, qué cosas pueden pasar entre
los integrantes de este pueblo resulta una tarea utilísima
para todos los espectadores, desde los viejos por
el reconocimiento, a los maduros por la aquiescencia,
y a los más jóvenes por el descubrimiento. El espectáculo
ayuda a comprender qué significa ser un español actual».
«La
puesta en escena del autor es, por otro lado, sobria
y eficaz, los objetos, los espacios, las luces, y
la música alcanzan sentido, apoyando la acción de
los personajes. La digna y «a veces» brillante interpretación
de los veintiséis profesores y alumnos de instituto,
añade un matiz cívico a este hermoso proyecto en el
que se vuelven a escribir los episodios quemados y
arrancados del libro de la memoria».
J. A. Vizcaíno: LA RAZÓN
18.11.2002
«Sanchis Sinisterra ha conjuntado
con un admirable pulso este Teatro del Cambio de profesores
y alumnos de instituto. Hay una fuerza extraña y poderosa
en este grupo de intérpretes; una naturaleza esencial
en la transmisión del miedo cotidiano sin impostaciones.
No hay apasionamiento ni alardes de técnica actoral.
Hay terror, vida detenida, miedo en estado puro en
el temeroso comportamiento de cada día».
Javier Villán: EL MUNDO
20.11.2002
«Con escasos
medios y muchísimo entusiasmo, Teatro del Común, amateur
pero no tanto, da larga vida a nueve cuadros que son
como nueve puñaladas en la mente del espectador».
M.W.
LaNetro Madrid 23.11.2002
«A su valor artístico, de fresco
de variados géneros teatrales sobre la primera década
de la dictadura, el programa de Teatro del Común añade
su aportación cultural democrática, como iniciativa
de la sociedad civil. Sus funciones, el cuidado Cuaderno
Pedagógico que las complementa, su oferta para asistencia
y debate en grupos, abren un valiente filón en las
relaciones trilladas del teatro y la enseñanza, con
su apuesta de hacer memoria viva de la historia más
reciente y silenciada que continúa marcando nuestra
sociedad».
José
Henríquez: Guía del Ocio 29.11.2002
«Sinisterra
ha conseguido, con Terror y miseria en el primer
franquismo, darle la vuelta a esta cartelera,
la madrileña, ahíta de reclamos y tan desoladamente
vacía. Ver cómo los 26 actores de la compañía Teatro
del Común –profesores y alumnos de más de una docena
de Institutos de bachillerato de Madrid-, van sacando
desde las entrañas de la memoria el miedo, la lucha
anegada y frustrada, y la tristeza de un pueblo en
descomposición, como era el español en la década de
los 40; aparte de la emoción ante la herida y el interés
ante el olvido, provoca y suscita otras preguntas
que esta sociedad donde el hecho artístico es igual
a objeto de consumo tiende a diluir y a borrar».
Pablo Caruana: Gatos en
escena Diciembre 2002