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Llanes. Aparecen en Turanzas restos de los vecinos de Celorio fusilados en noviembre de 1937
El Comercio Digital - 14/04/2006

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EXCAVACIONES. Varias personas trabajando ayer en la recuperación de los cuerpos. / D. E.


El Foro por la Memoria del Oriente lleva investigando este caso seis meses Unas treinta personas participan en las excavaciones

ANA MORIYÓN/TURANZAS
Fueron fusilados por los falangistas durante la Guerra Civil y, posteriormente, enterrados en fosa común en una finca de la localidad llanisca de Turanzas, a pocos kilómetros de su pueblo natal, Celorio.

El Foro por la Memoria del Oriente de Asturias iniciaba ayer los trabajos para recuperar los cuerpos de cinco personas ante la expectación de vecinos y familiares que, emocionados, seguían los pasos que una treintena de personas -entre miembros del foro, arqueólogos, documentalistas y abogados- desarrollaban en la finca conocida como Diosa de Pita, cerca de la capilla de San Joaquín y la ermita de Turanzas.

Los trabajos de investigación comenzaron hace seis meses y las tareas de excavación se iniciaban ayer a las diez de la mañana. Dos horas más tarde se encontraban los primeros restos óseos a sólo unos diez centímetros de profundidad, pero la gran cantidad de piedra y roca que yace alrededor de los cadáveres ha complicado las tareas.

El presidente del foro, Francisco Javier de la Fuente, reconoce que aún es muy difícil saber a cuántas personas pertenecen los restos hallados y que las excavaciones continuarán durante los próximos días hasta que se dé por concluida la exhumación de los cadáveres para que, posteriormente, se les realicen pruebas de ADN con el objeto de comprobar su identidad.

Los cuerpos que se buscan pertenecen a Rogelio Prieto Cué, Alberto Crespo Martínez, Ricardo Artasánchez, Arturo Cué Rozada y Pedro Francisco Sánchez Lledías. Este último, alcalde de barrio en Celorio por el PSOE durante la República, fue asesinado por la falange de su propio pueblo cuando tenía 39 años. Dejó atrás a su mujer y a una hija de tres meses, María Dolores Sánchez Fernández. Ella presenciaba ayer las excavaciones «con muchos nervios, pero mucha alegría» y planeaba, junto con las demás familias, enterrar a los cinco fusilados durante una sencilla celebración litúrgica en un panteón del cementerio de Celorio. Consuelo Prieto no tenía ni un año cuando, por ser socialista, mataron a su padre Rogelio Prieto Cué, que tenía 34 años. «Ahora veo realizada mi mayor ilusión y estoy muy agradecida al foro», declaró. Su familia llevaba cada año a esta finca una corona de flores, pero todos en su casa esperan con impaciencia «que Rogelio descanse en paz».

Más víctimas

María Teresa Bada Crespo también aguardaba ansiosa en Turanzas mientras los expertos trataban de recuperar el cuerpo de su tío Alberto Crespo Martínez. «Me hubiera gustado que esto se hubiera hecho en vida de mis abuelos», reconoce. Su tío estaba soltero y tenía 22 años cuando prestó servicios de vigilancia y guardia en el Comité de Guerra de Celorio. En sus últimos meses de vida formó parte de la línea defensiva del Hibeo y más tarde del sector de Cangas de o­nís.

El equipo de arqueólogos que encabeza Andrea Menéndez inició las excavaciones en dos puntos próximos, en la finca de Turanzas. Pronto uno de los grupos encontró los primeros restos óseos y el equipo concentró todos sus esfuerzos en ese lugar. En la jornada de ayer no sólo se encontraron los primeros restos óseos sino también casquillos de balas.

El Foro de la Memoria del Oriente de Asturias quiso hacer coincidir estos trabajos con el 75 aniversario de la proclamación de la II República.

Banderas republicanas o­ndearon en todo momento en la finca en señal de denuncia por la situación en la que se encuentra la memoria de aquellas personas «cuyos restos están desperdigados en centenares de fosas comunes» repartidas por todo el país.