http://www.foroporlamemoria.info - foroporlamemoria@nodo50.org
CIF E-85243020 - Registro de Asociaciones del Ministerio del Interior en el Grupo.1 secc.2 nº 50800
 
INICIO
Agenda
Noticias
Artículos y Documentos
Vídeos Memoria Histórica
Federación Foros por la Memoria
Documentos de trabajo de la Federación
Excavaciones del Foro por la Memoria





Artículos y Documentos versión imprimir Enviar esta noticia a un amig@ Convertir a PDF
«No se puede reconstruir un país ni una paz sin la memoria»
Entrevista a Evelyn Mesquida. Periodista y escritora
(2Información, 3-08-2009)


Criada en el Bacarot y la Florida, ha guardado París en sus alforjas para volverse a escribir frente a su mar. Su palabra es valiente, su mente clara, y su corazón, rojo. Bienvenida a casa, Evelyn.

 

 

ÁNGELES CÁCERES - Ha cumplido el sueño de tantos periodistas, dedicarse por fin sólo a escribir libros; el suyo demostrando que París fue liberado por una compañía de españoles ha dado el campanazo.

 

Bueno, es que va contra la historia oficial francesa.

 

- Ahora volvemos al libro, pero antes cuénteme por qué se apartó de Interviú.

 

Durante 15 años llevé todas las revistas de Z pero Interviú más, aunque las portadas me pesaban; y ya, el día que sacaron a la mujer aquella de los billetes de banco…

 

- La de Julio Romero de Torres.

 

Ésa: fue como si me rompieran el alma. Me sentí avergonzada de trabajar en esa revista y me centré más en Tiempo y temas relacionados con la cultura. París es una ciudad muy interesante para vivirla.

 

- ¿Se siente ya parisina?

 

¡No!, sería absurdo, siempre me he sentido española y alicantina. De hecho con el primer dinero que gané en París me compré un apartamento en La Albufereta, de cara a mi mar.

 

- ¿Por qué no un libro antes?

 

Porque trabajaba mucho; al hacerlo en revistas todo lo que era actualidad me lo mataban los diarios, la radio, la televisión, así que siempre tenía que trabajar exclusivas tanto en reportaje como en entrevista, y eso hacía que estuviera 24 horas con las antenas puestas. Pensaba que la literatura llegaría normalmente, a su tiempo.

 

- ¿«La Nueve» es literatura?

 

Yo creo que sí: trabajar la palabra, la frase, escoger el lenguaje para que todo el mundo lo comprenda. Porque «La Nueve» comienza al final de la guerra de España en el 39, con la gran retirada, aunque la historia de sus hombres empieza en el 36 siendo criaturas de menos de 20 años, diseminados por toda España, que cogen las armas para defender la República. Gracias a los que he podido encontrar he escrito el libro.

 

- Pero dos se negaron a hablar.

 

Sí; murieron unos meses después. Estaban con el alma dolida, empuñan las armas en el 36 y las dejan en el 45. Hacen la guerra de España. Combaten en la de Túnez contra las tropas de Romel, a las que acaban de enviar el material más nuevo que tienen los nazis. Se enfrentan a ellos casi sin armas, no las habían tenido aquí y no las tuvieron allá, y mueren allí miles de españoles. Y después llega la 2ª Guerra Mundial; en realidad en las tres guerras luchan contra los nazis, el enemigo es constante. En esa tercera guerra ya tienen armas y uno de ellos, Manuel Fernández, un asturiano tranquilo, me contaba: yo cuando me vi con aquel armamento nuevo, rápido, me dije «ahora vais a ver»; y vieron.

 

- Documentarse en vivo para «La Nueve» ha debido ser duro.

 

Y hermosísimo. He ido a buscar a los supervivientes, he recorrido sus paisajes, he recogido sus recuerdos. El asturiano, por ejemplo, era el único que sabía leer entonces y cuando los hombres terminaban en el campo iban a su casa a que les leyera en el periódico las cosas que había contado Azaña. El valenciano Arrúe, un anarquista duro que vivía en un pueblecito, me decía: no se puede imaginar lo que fue la República, enseguida se abrieron escuelas, nos enseñaban hasta el esperanto. Manuel Lozano se iba a los cortijos en Andalucía con el maestro y comían un trozo de lo que fuera y enseñaban a leer a la gente…

 

- ¿Es su sentir republicano lo que le ha hecho elegir el tema?

 

Esa sensibilidad ha influido, claro, pero a mí me venían ya ideas, cosas para libros. Pero cuando yo le propongo a Tiempo varios reportajes por los 70 años de la guerra de España, con el exilio, el primero es un abanico de gente de todos los partidos para ver cómo han vivido, y dos o tres más como los campos de concentración en Francia, que en el 98 no se hablaba de ellos. Lo aceptan, me voy a hacer el reportaje cogiendo un anarquista, un socialista, un comunista, un republicano, una mujer, y uno de ellos saca una fotografía de «La Nueve», la compañía que liberó París.

 

- Y se lleva la gran sorpresa.

 

Sí, porque me dice: la foto está hecha en Inglaterra, van con uniforme americano, la compañía es francesa, pero estos hombres son españoles. Imagínate qué sentí, desde ese momento decidí buscar a los que aún sobrevivieran y que me contaran lo que hicieron, cómo fue.

 

- Serían ya muy mayores.

 

Todos tenían ochenta y tantos y me los encuentro desperdigados por Francia, aún debe quedar alguno sin localizar, de los que no quieren hablar. Una de las características de «La Nueve» es que en su gran mayoría eran anarquistas. En la compañía hay 160 hombres y 146 son españoles; de ellos quedan 16 vivos, todos los demás mueren. Y naturalmente todos seguían luchando para que se viniera a España contra Franco, porque ellos luchan contra el nazismo. Por eso su alegría cuando llegan vencedores al «nido de águilas» de Hitler, creyendo que inmediatamente después se vendrían a seguir luchando en España; pero a los dos días llega De Gaulle y dice: la guerra ha terminado.

 

- O sea, los engañaron.

 

Completamente, la palabra traición la emplean todos. A ellos sus mandos les decían que la lucha continuaba, y estaban convencidos de que tras liberar Francia vendría la liberación de España. Fue una desilusión cruel y los dejó en muy mala situación: no sabían hablar francés, no tenían profesión, sólo sabían luchar, a España no podían volver. Se quedan abandonados y además olvidados, porque el mensaje que De Gaulle necesitaba era: «hemos resistido a los alemanes y hemos vencido». Falso. De Gaulle se instala en Inglaterra, y la primera Francia libre que desfila el 14 de Julio de 1944 en Londres, la mayoría son españoles.

 

- Pero eso nadie lo cuenta. Ya.

 

Son españoles que vienen de una guerra que yo ahora conozco muy bien, pero que desconocía como la mayoría de la gente, que es la de Noruega. Los alemanes invaden Noruega, y Francia e Inglaterra que tienen los convenios envían las tropas, y esas tropas son de españoles en su gran mayoría. Allí combaten y mueren muchísimos, vuelven cuando los alemanes invaden Francia, son los que van a Inglaterra y son los primeros que entran con el general De Gaulle. La Francia libre se compone en gran parte, en un principio, de españoles. De Gaulle dos meses después tiene 3.000 hombres con él, y a continuación gracias a Leclerc va consiguiendo más hombres, pero hasta 1943 es una minoría total y absoluta, no están con la Francia libre; van llegando, y solamente cuando desembarcan los americanos y se ve que la guerra va a tomar otro rumbo, entonces los franceses comienzan la resistencia.

 

- Y así se escribe la Historia.

 

Los que han estado combatiendo desde el primer momento han sido los españoles. Por convicción, y porque no les quedaba otra: ellos estaban cercados en Francia, las fronteras españolas cerradas con Franco dentro, Mussolini en Italia, Alemania con Hitler, Bélgica ocupada por los alemanes… no tienen más salida que combatir. Y combaten, porque se van a las montañas. Mi segundo libro es sobre la resistencia española en Francia, y voy a demostrar que fueron ellos los primeros que combaten con las armas en la mano. Luego, al final de la guerra, resulta que es el Partido Comunista francés el que ha resistido. Y no fue así, hubo incluso el pacto germanosoviético que dura dos años, y durante el cual el partido comunista francés le dice a sus hombres que no combatan: son los españoles los que están combatiendo.

 

- En resumen, que su libro «La Nueve» dinamita la versión oficial de la Francia resistente.

 

Algo así. Es que «La Nueve» se convirtió en un mito hasta para los mismos franceses porque son sólo 146 hombres, pero 146 que saben luchar. En la 2ª división blindada, que es la unidad más famosa donde va el general Leclerc, hay muchos más españoles; pero «La Nueve» era la compañía de choque, iba siempre delante.

 

- No me cuente más del libro que no se lo compran; hablemos de su método de trabajo.

 

Aparte de recoger documentación durante años en archivos y libros he hecho más de 40 entrevistas, no sólo a supervivientes de «La Nueve« sino a franceses, para contrarrestar. Encontré el periódico que demostraba que la única persona fotografiada en el momento de llegar a la alcaldía de París es Amado Granell; al día siguiente ya llegan los otros, pero es Granell el primero. Y la tanqueta que llega a la alcaldía se llama Guadalajara, la segunda es el Teruel y la tercera era Guernica. Las tanquetas llevan la bandera de la Francia libre, y todas las de «La Nueve« la bandera republicana; Granell les dio también una pequeña a cada uno de ellos y cuando morían se depositaba sobre su tumba.

 

- Tremendo. ¿Qué piensa de la Ley de Memoria de Histórica?

 

No la conozco bien pero la memoria es esencial, no se puede reconstruir un país ni una paz sin la memoria. No sé si se podrán desenterrar todos los muertos, pienso que no: para mí, toda España es una fosa. Durante la II Guerra Mundial nadie se ocupó de España, Franco mató todos los días con absoluta impunidad; yo tengo un amigo catalán ya mayor que en 1944 hacía el servicio militar junto al Campo de la Bota, en el que de lunes a sábado se mataba todos los días.

 

- Y el domingo a misa y a comulgar. Como Dios manda.

 

Así era, en cada ciudad y en cada pueblo. En Pamplona hay uno conocido como el pueblo de las viudas porque mataron a todos los hombres: todos. Esto es lo que es importante, que se sepa lo que aquel régimen hizo en España, cómo pudo hacer callar a España. El silencio que se instauró fue la muerte que nos acompañaba a todos.

 

- La derecha dice que remover la Historia resucitaría odios.

 

Eso es falaz. No se pueden cerrar heridas en falso, y nunca cicatrizarán si no se permite que los que tanto han sufrido lo digan en voz alta. Nadie quiere volver a sacar las armas, pero sí que se sepa cuál es la verdadera Historia de España. Si en Francia, que es un pueblo tan democrático, la historia oficial es una mentira, en España lo es doblemente, hemos sufrido en silencio porque ha habido una represión terrible. La palabra «república» yo la he visto en los periódicos prácticamente a partir del 2004.

 

- Y hasta hace nada no podías sacar una bandera republicana; aunque en Aduanas siga campeando el águila franquista.

 

Lo que es evidente es que en España hubo una República elegida por el pueblo, que llegó sin sangre; hubo 10.000 escuelas abiertas en un año, un esfuerzo grande por llevar al pueblo la cultura.

 

- Y ninguna derecha quiere obreros ni campesinos cultos: son un peligro para el amo.

 

Ése es el A, B, C que debería enseñarse y ponerse sobre la mesa. Por eso los republicanos lucharon contra cuatro ejércitos: Franco, Hitler, Mussolini y Salazar. Y las causas por las que luchaban son por las que estamos luchando todavía hoy.

 

- Qué bello eso que dice.

 

En realidad ellos perdieron la guerra, pero moralmente la ganaron. Y la prueba es que la lucha de hoy, cada cual con sus armas, es la misma que ellos llevaban a cabo.

 

- Y su arma, Evelyn, es la palabra. ¿De dónde le viene ese corazón tan rojo?

 

Mi familia era republicana. Pero yo mi infancia la recuerdo integrada en aquella España gris porque de política no se hablaba, ni en el Bacarot con mis abuelos ni luego en la Florida. Mi padre era un perdedor de la guerra, había estado en el Puerto y en el Campo de los Almendros, pero las hijas no nos enterábamos. Tanto él como mi madre eran pobres a rabiar y lo único que hicieron es trabajar, el rojerío no pudieron ni practicarlo ni demostrarlo. Cuando al cabo de los años he hablado con los hombres de «La Nueve» ha sido una terapia, este libro me ha servido para comprender el silencio de mi padre.

 

- Eso que dice es tan hermoso como terrible.

 

Pero es así. Ha sido un reencuentro con mi padre, por eso el libro está dedicado a él. A través de estos hombres rudos, heridos y perdedores que he entrevistado, he comprendido todo lo que mi padre no me ha podido contar. Y a mucha gente le pasa lo mismo cuando lo lee, porque me lo dicen: también ellos comprenden. Esto es una de las cosas más bellas que me han podido pasar. Y me ha impulsado para seguir investigando y haciendo aflorar verdades, yo me he ido por ejemplo a Libia para ver las tumbas de los españoles que eran negadas y me las he encontrado en el desierto. Silencio total, ¡me parecía tan injusto! Para mí aquellos republicanos que lucharon y perdieron eran la mejor parte de España, y nos la aniquilaron. Nosotros hemos vivido a su lado sin saber… pero en el momento que sabes, ya no puedes callarte.

 

- No señora, no puedes. Aunque los valores republicanos (honradez, equidad, cultura, justicia, etc.) no están muy en alza ahora mismo. Y en esta Comunidad ya ni le cuento.

 

Pues habrá que luchar por recuperarlos. Yo esta tercera parte de mi vida, ya jubilada, la pienso dedicar a escribir libros en esa línea. Y tú ya podías empezar a plantearte algo parecido.

 

 

 

 



http://www.diarioinformacion.com/dominical/2009/08/23/reconstruir-pais-paz-memoria/923261.html