J. M. / ALCAÑIZO

Unas banderas republicanas indican inequívocamente a la entrada de Alcañizo el lugar exacto de la excavación en la que se han encontrado presumiblemente restos de fusilados en la Guerra Civil. Los arqueólogos de la Federación Estatal de Foros por la Memoria han descubierto una pequeña fosa donde supuestamente se arrojaron en el año 1936 los cadáveres de cinco jornaleros republicanos de Alcañizo. Los trabajos iniciados el pasado jueves han revelado la existencia de al menos tres cuerpos en el interior y, como muestra de una muerte violenta, los voluntarios han localizado balas y postas. De esta manera, y a falta de la conclusión de las labores y las posteriores pruebas de ADN, la familia Otero, impulsora de la excavación, ha confirmado detalles de su investigación.

Dos meses atrás, durante las catas se encontraron ya restos de huesos y una alpargata. Desde el jueves, los arqueólogos han excavado en la zona, situada junto a la carretera que une Alcañizo con la A-5 y pegada a las vías del tren, y han localizado, como ya informó este diario en la edición del sábado, restos pertenecientes a tres cuerpos en una fosa pequeña y de poca profundidad, ahora protegida por una especie de carpa donde se afanan cinco arqueólogos y una antropóloga.

Junto a los tres cadáveres se han encontrado restos de postas y balas, una de ellas alojada a la altura del lado derecho del pecho de uno de los cadáveres. «Lo normal es que el proyectil entre y salga, pero en esta ocasión chocó con la columna», explicó ayer a este diario la coordinadora de las labores arqueológicas, Lidia Muñoz.