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Entrevista a Ángel Serrano, nieto de un guerrillero fusilado por el franquismo
«Desenterrar a mi abuelo es una cuestión de dignidad democrática». Un sociólogo desentierra en Roturas de Cabañas los restos de su abuelo, un guerrillero republicano abatido en el año 1945. 
(Hoy.es, 28-07-2007)

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Ángel Serrano con la foto de "el Ino"; junto a él Julio García, alcalde de Roturas

CRISTINA NÚÑEZ/CÁCERES

 

¿Por qué? Sesenta y dos años después el sociólogo Ángel Serrano reconstruye los descabalados recuerdos y va formando el puzzle de la memoria de su abuelo Victorino Pereda, el 'Ino', un guerrillero republicano muerto en la sierra de Villuercas en 1945. ¿Por qué armarse de pico y pala, sacar a la luz la osamenta de un abuelo desconocido e invocado a base de susurros? A Ángel parecen no quedarle dudas y responde como un rayo, con una agitación que altera su pausa al hablar. «El principal motivo no es conocer mis raíces, es una cuestión de dignidad, no la de mi abuelo o la de muchos fusilados, si no la dignidad de la que a mi juicio carece la actual democracia española al mirar a otro lado y no prestar atención a todos los represaliados del franquismo». La historia del 'Ino' es la de muchos guerrilleros antifranquistas, un maquis que, según las investigaciones de su nieto y toda la documentación hallada, fue muerto en una emboscada en Roturas de Cabañas, cuando, junto al Mexicano, asaltaba un domicilio para buscar alimentos. La investigación de Ángel es un curioso retal hecho con hallazgos vivos. Desde el Mexicano, que aún vive y con quién pudo hablar telefónicamente hasta Julio García, actual alcalde de Roturas y nieto del matrimonio de la casa en la que fue cosido a balazos su abuelo. El retablo de paradojas, de macabra simbología, se completa con la ubicación de los restos mortales del 'Ino', que fueron enterrados bajo la puerta del cementerio de Roturas, según la investigación, «para que todo el mundo pudiese pisar la tumba del rojo», algo que, asegura Ángel Serrano, «han confirmado los hospitalarios vecinos del pueblecito». Años después, en el 57, una mujer de ideas socialistas falleció de muerte natural y se la sepultó junto «al rojo», por humillarla. El nieto del Ino estuvo la semana pasada en Roturas iniciando la exhumación de los restos de su abuelo, y volverá este fin de semana para completar esta tarea. Dice que quiere solo dignidad y memoria.

 

-Le hablaban poco de su abuelo. ¿Cómo empezó a interesarse por él?

 

-Fue poco a poco, a medida que fui creciendo y mi abuela me iba contando historias sobre él, tíos, familiares...había una parte de la familia que hablaban de él con cariño, y otra que criticaba su lucha contra el franquismo. Fue a partir del año pasado cuando me fui implicando más, leyendo más cosas sobre el movimiento guerrillero, la posguerra; a partir del año pasado empecé a meterme en páginas web de desaparecidos.

 

-Se acercó a las asociaciones de Memoria Histórica.

 

-Me puse en contacto con varias. El Foro por la Memoria, del PCE, todavía no me ha contestado, cuando ya terminamos la excavación. La Asociación por la Memoria Histórica me contestó hace un par de meses, pero yo ya tenía este tema lanzado con la Federación de Foros por la Memoria Histórica, que fue la que me contestó al momento.

 

Investigación

 

-¿Cómo dio con el sitio en el que estaban los restos de su abuelo?

 

-A principios de año me puse serio con la investigación. Pedí días libres para visitar archivos: la Comandancia de la Guerra Civil, la Dirección General de la Policía, el Ministerio del Interior, fui a Cáceres a los registros civiles, contacté con el profesor Julián Chaves. Él me dio la comarca, y viajé por todos los pueblos visitando los registros civiles y los libros de muertos, hasta que di con Roturas, donde todo fue muy rápido. La administrativa del Ayuntamiento era nieta de una de las personas que había velado el cadáver. Todo el pueblo me ayudó. Así empecé a recabar testimonios orales que iban concordando con los documentos que había encontrado yo.

 

-¿Cómo se lleva a cabo una exhumación de este tipo?

 

-No te puedes poner a excavar por las buenas. Pusimos una denuncia en el juzgado para comunicar que teníamos serios indicios de que pudiera que hubiera uno o dos cadáveres en una fosa sin identificar al pie del cementerio de Roturas. Una vez puesta la denuncia estuvimos trabajando, llamamos a la Guardia Civil y ahora estamos esperando a que el juez se pronuncie para que nos dé permiso para levantar el cadáver.

 

-¿Qué es lo que se hace con estos restos?

 

-Según lo que dictamine el juez, puede dictaminar que el delito ya ha prescrito...

 

-Hay un fuerte movimiento de recuperación de la Memoria Histórica. ¿No ha tenido que pasar mucho tiempo para que estas reivindicaciones tomaran fuerza?

 

-Es tristísimo, pero cierto. La hija de la mujer que comparte tumba con mi abuela ha hablado en el 2007, treinta años después de las primeras elecciones democráticas. Y ha hablado porque yo he empezado a remover un poco, imagina el nivel de susto o de vergüenza que tenía esta pobre señora. Lo que más me alegra de esto es que hubo mucha gente que nos empezó a contar sus historias. La gente se está animando, pero muy tarde y porque están viendo que hay alguien que lo hace. Sobre todo en los pueblos hay un miedo fuerte.

 

-El movimiento de recuperación de Memoria Histórica es eminentemente de izquierdas. ¿Por qué no reivindica nada el otro «bando»?

 

-Hubo atrocidades en ambos bandos -y no me gusta hablar de bandos-, pero no hay que perder de vista que la guerra fue provocada por un movimiento golpista que derrocó al gobierno legítimo. En la zona de la República se intentó poner freno a las atrocidades. Por otro lado, hay que tener en cuenta que durante cuarenta años se ha honrado a las víctimas de los golpistas, a generales genocidas, a torturadores y a criminales como Queipo de Llano, Millán Astray y otros muchos.

 

-El Partido Popular se ha manifestado abiertamiente en contra del Proyecto de Ley sobre Memoria Histórica...

 

-Yo tampoco estoy a favor de la Ley de Memoria Histórica, pero por otros motivos. Que se ría el Partido Popular de todo esto no me extraña en absoluto, porque es un partido que no tiene ningún respeto democrático. Sus principales fundadores han sido ministros de la dictadura. El problema del proyecto de ley es que garantiza la impunidad de los verdugos. Esta ley no reconoce nada la lucha de los guerrilleros antifranquistas, como si no hubieran existido. No hay apartados para la reparación a las víctimas, no se pueden cuestionar los juicios sumarísimos del franquismo. Es una ley muy laxa, de crítica moral del franquismo. Algo así como decir, «el franquismo fue algo malo, pero pelillos a la mar».

 

-Después de tanto investigar, ¿se ha formado una imagen sobre su abuelo?

 

-Es un puzzle. Hay algunas piezas que he puesto, pero no he podido tener todas. Él nació en Burgos, se vino pronto a Madrid, aquí conoció a mi abuela. Fue Guardia de Asalto y se mantuvo fiel a la República. Se afilió al Partido Comunista, tuvo la opción de exiliarse pero prefirió quedarse luchando contra Franco. Era de los que pensaba que tras la victoria de los aliados en la Segunda Guerra Mundial estas fuerzas entrarían en España y apoyarían un gobierno democrático. Fue alucinante que las dejaran de lado. Finalizada la guerra fue delegado político en Extremadura de la guerrilla republicana. Él llevaba la información y la estrategia de Madrid a los diversos grupos guerrilleros de la zona. Estuvo así del 39 al 45. Eso es lo que sé de mi abuelo, además de los detalles de su muerte, con las diferentes hipótesis. 



http://www.hoy.es/prensa/20070728/sociedad/desenterrar-abuelo-cuestion-dignidad_20070728.html