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70 años y un día. Sustitución en Talavera de la placa de la calle "General Moscardó" por "Calle de la Lealtad"
Emilio Sales Almazán - Julio de 2006.




Cuan larga condena, que largo período de ignominia, después de tanto tiempo seguimos condenados a contemplar, cuando paseas por las calles de nuestros pueblos, a ver los nombres de aquellos que se levantaron contra el pueblo español, contra sus instituciones democráticamente elegidas por sus ciudadanos, y sumieron a nuestro país en una trágica guerra civil y una posterior dictadura de cuarenta años de crímenes, persecución y miedo.

Hoy, cuando se cumple esa condena, hemos decidido pasar a la acción, a una acción que es una de las muchas escaramuzas a las que estamos obligados a efectuar, por la pasividad cómplice de nuestros gobernantes. El continuo e imperturbable desprecio a las exigencias que se han planteado para que se cambien los nombres de las calles y plazas, han hecho que en un acto simbólico la placa que “honra" al general Moscardó, aquel que se alzó en armas contra la República, se haya sustituido por el de Calle de la Lealtad. Lealtad que violó y que ahora recuerda lo que debió ser la actuación de los que nos deberían defender y no masacrar. Aquellos milicos que violaron, entre otros, el artículo 6 de la Constitución de la II República, aquel artículo que decía: “España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional".

Pero no es la única mención que a los golpistas se hacen en el callejero de Talavera. Un “colega" de aquél coronel, después general, el capitán de la benemérita que actuó de forma similar en el santuario de Ntra. Sra. de la Cabeza (Jaén), el capitán Cortés, figura también. Por no decir de otras que loan a la acción de El Alcázar y aquellas supuestas intervenciones divinas. Que curioso que el expresidente de la Comunidad Autónoma, D. José Bono, para poner la guinda en el aniversario del golpe, hacía alusión a la frase que el Sumo Pontífice hizo a la entrada del Campo de Exterminio de Auschwitz, preguntándose donde estaba Dios en esa fecha. Ese, su Dios, estaba donde siempre, al lado de los poderosos (*).

En definitiva la acción que hoy hemos hecho se enmarca en la denuncia continua que se debe hacer respecto a la inacción de nuestros representantes públicos. Una desidia que contrasta con la propaganda que se hace respecto a los valore democráticos, a los Derechos Humanos, al Estado de Derecho, etc. mientras siguen miles de nuestros ciudadanos tirados en cunetas, en fosas comunes, se siguen si anular los juicios franquistas, se niegan muchos accesos a documentos y a la investigación, y se continúan “honrando" a los autores de la trágica etapa en calles, plazas y monumentos. Algunos me han planteado que tapar el nombre de una calle es como “resucitar" al aludido. Pues bien, quizás sea interesante por higiene cultural hacer de paso un ejercicio de memoria y enseñar a tantos y tantas que ignoran la historia de aquellos que “conviven" en las esquinas de sus calles. La tan alabada transición tuvo un efecto perverso en el olvido, a la amnesia, a la que se sometió al pueblo español, en nombre de no se que reconciliación, que en absoluto tenía que ser cubrir nuestra historia bajo un manto de olvido y de mentiras.

Después de 70 años y un día queda, espero, poco tiempo de condena.

Talavera 19 de julio de 2006

Emilio Sales Almazán

Foro por la Memoria – Castilla La Mancha


(*)PREGUNTITAS SOBRE DIOS

Canción

(A. Yupanqui)

 

Un día yo pregunté:

Abuelo, dónde está Dios.

Mi abuelo se puso triste,

y nada me respondió.

 

Mi abuelo murió en los campos,

sin rezo ni confesión.

Y lo enterraron los indios,

flauta de caña y tambor.

 

Al tiempo yo pregunté:

¿Padre, qué sabes de Dios?

Mi padre se puso serio

y nada me respondió.

Mi padre murió en la mina

sin doctor ni protección.

¡Color de sangre minera

tiene el oro del patrón!

 

Mi hermano vive en los montes

y no conoce una flor.

Sudor, malaria, serpientes,

la vida del leñador.

 

Y que nadie le pregunte

si sabe donde está Dios.

Por su casa no ha pasado

tan importante señor.

 

Yo canto par los caminos,

y cuando estoy en prisión

oigo las voces del pueblo

que canto mejor que yo.

 

Hay un asunto en la tierra

más importante que Dios.

 

Y es que nadie escupa sangre

pa que otro viva mejor.

 

¿Que Dios vela por los pobres?

Talvez sí, y talvez no.

Pero es seguro que almuerza

en la mesa del patrón.