Emotivo homenaje en Olite a los familiares de los asesinados en el 36
El Grupo Memorialista local concluye con este acto las primeras Jornadas por la Memoria Democrática
AINARA IZKO – Domingo, 29 de Marzo de 2015
OLITE – Por segundo año consecutivo, el Grupo Memorialista de Olite/Erriberri homenajeó ayer tanto a los 51 asesinados tras el golpe de estado del 36 como a sus descendientes, quienes sufrieron “tan cruel, dura e inhumana” represión durante más de cuarenta años.
“Vosotros quedasteis aquí y sufristeis la represión, el hambre, la miseria, la injusticia, el miedo, la cárcel, tortura, exilio, la venganza por parte de los vencedores que no se conformaron solo con la guerra y la masacre. También quisieron anular vuestras vidas, vuestras ideas. Fuisteis obligados a callar, se os despojó de lo que teníais, hubo familias desmembradas, disgregadas, viudas que no eran viudas, huérfanos que no eran huérfanos”, denunció Mikel Abaurrea, encargado de leer el manifiesto. En concreto, participaron en este homenaje varias decenas de familiares de represaliados. Uno de los momentos más emotivos lo protagonizaron Pilar Chivite y María Carmen Azcárate, hijas de Agustín y Rufino (fusilados con 41 y 45 años, respectivamente), al depositar sendos ramos de flores en el panteón que recuerda a los asesinados en el 36.
Aunque emocionadas, las dos mujeres no dejaron pasar la ocasión y recordaron la sangre fría con la que mataron a sus padres. Pilar explicó que “el 19 de agosto a las doce del mediodía llamaron a casa y se lo llevaron. Recuerdo que mi padre estaba jugando con mi hermano pequeño Javier, que tenía tres años e iba en pijama. Yo tenía cinco años. Nunca más le volvimos a ver”, lamenta esta hija de agricultor. “No pertenecía a UGT” aclara, aunque sí sus dos hermanos, los exiliados Tomás (que era concejal) y Sebastián. “Nos han hecho mucho daño porque hemos tenido que vivir sin padre. Es un dolor inexplicable que queda para siempre”, aseguró.
María Carmen Azcárate, por su parte, recordó que su padre Rufino era ferroviario y que falleció con 45 años en Campanas, donde trabajaba. Su hermano Antonio, de 38 años (concejal), también fue fusilado. “Agradecemos mucho el homenaje”, atendió a decir Azcárate, visiblemente emocionada.
Para concluir, la cantautora aragonesa Maite Mené, nieta del también fusilado Domingo Mené, ofreció un recital.
Con este sentido homenaje, el grupo memorialista puso punto y final a las Primeras Jornadas por la Memoria Democrática de Olite/Erriberrri, que se han prolongado del 18 al 28 de marzo.
“La gente ha respondido, así que estamos muy contentos”, subrayó Victoria Jaurrieta, una de las organizadoras. En concreto durante diez días se han sucedido las exposiciones, como la del artista José Ramón Urtasun, titulada Nafarroa 1936 Navarra; la coordinadora Amapola del Camino divulgó su proyecto; el colectivo Autobús por la Memoria presentó el libro Simbología golpista en Navarra; y se proyectó la película La buena nueva, de Helena Taberna.
TESTIMONIOS El viernes, por su parte, este grupo, que se reúne una vez al mes, repasó las actividades que ha promovido durante el último año y medio y proyectó un avance de los testimonios que ha grabado a vecinos que sufrieron el golpe de estado. Impactó el relato de Tomás Ruiz Zabalza, de 96 años, a quien el estallido de la guerra le pilló con 17 años. Huyó a Zaragoza, pero al ver que la ciudad estaba tomada regresó. Le apresaron en Marcilla, desde donde le llevaron a la cárcel de Pamplona. A él le liberaron y le llamaron a filas a luchar con el bando nacional. Peor suerte corrieron su padre y su tío, Constancio y Jesús, a quienes fusilaron con 35 y 33 años, respectivamente.
Los profesores Gotzon Garmendia y Fernando Mendiola, por su parte, ofrecieron una conferencia en la que anunciaron que el Fondo Documental de la Memoria Histórica de la UPNA difundirá en breve en su web cerca de 13.000 datos de personas que estuvieron presas en la cárcel de Pamplona tras el fin de la II República. Actualmente disponen, además, de una base de datos con información de unos 6.000 represaliados, 3.400 de los cuales fueron asesinados.
