La policÃa espera la orden para detener a los torturadores que reclama Argentina
Uno de los cuatro reclamados por la juez bonaerense, Celso Galván, falleció en 2009
NATALIA JUNQUERA Madrid 20 SEP 2013
La policÃa española espera la orden de Interpol para detener a los tres supuestos torturadores reclamados por la justicia argentina en la causa abierta en Buenos Aires por los crÃmenes del franquismo. Una vez llegue, según explica un portavoz del Ministerio del Interior, la policÃa está obligada a arrestar a los tres imputados: el exguardia civil Jesús Muñecas Aguilar, de 74 años; el excomisario José Ignacio Giralte González, de 71, y el exinspector José Antonio González Pacheco, Billy El Niño, de 67. El cuarto imputado a quien también se pedÃa detener, Celso Galván, falleció en 2009.
El procedimiento ha de ser idéntico al caso reciente del pederasta español Daniel Galván, indultado por error. Marruecos pidió su detención a través de Interpol y una vez llegó la orden a España, fue arrestado.
Justicia a 10.000 kilómetros del crimenUna vez detenidos, los tres excargos franquistas pasarÃan a disposición de la Audiencia Nacional, que deberÃa decidir sobre su extradición a Argentina, como reclama la juez MarÃa Servini de CubrÃa desde Buenos Aires para interrogarlos. El Consejo de Ministros aprobarÃa o no la extradición.
Hasta la fecha, el Gobierno no ha colaborado con la juez argentina. De hecho, intentó frenar la apertura de la causa en Buenos Aires alegando en 2011, en respuesta a un exhorto del equivalente a la Audiencia Nacional argentina, que esos crÃmenes ya estaban siendo investigados en España, cuando, en realidad, el juez Baltasar Garzón habÃa sido suspendido precisamente por intentar hacerlo. Finalmente, en 2012, el Tribunal Supremo cerró definitivamente la vÃa a la investigación penal de dichos crÃmenes. Asà se lo explicó el propio Garzón a Servini de CubrÃa cuando esta le tomó declaración el pasado 27 de mayo en Buenos Aires.
De momento, la juez argentina ya ha tenido un encontronazo con el Gobierno español, que el pasado mayo impidió que tomase declaración por videoconferencia a vÃctimas del franquismo. Con todo ya preparado, en el Consulado argentino en Madrid y en el despacho de la magistrada en Buenos Aires, Servini de CubrÃa canceló las videoconferencias. Según explicó, el embajador argentino en España la habÃa telefoneado para transmitirle el malestar del Gobierno español. El director de asuntos consulares español habÃa enviado al diplomático una nota verbal en la que indicaba que no cumplÃa el tratado bilateral de extradición y asistencia judicial en materia penal, de 1987.
Ahora, la juez da un paso más, idéntico al que el juez Garzón dio en octubre de 1998 cuando firmó la orden de detención del general chileno Augusto Pinochet. La orden se ejecutó unas horas más tarde en Londres. Aunque finalmente el dictador no fue extraditado a España; regresó a Chile y murió en 2006, sin haber sido juzgado.
http://politica.elpais.com/politica/2013/09/19/actualidad/1379620288_802437.html