«‘Billy el Niño’ era un animal, un salvaje que disfrutaba pegando»
VÃctimas de las torturas y palizas relatan su experiencia
ALEJANDRO TORRÚS Madrid
VÃctimas de las torturas y palizas cometidas por el ex agente de la Brigada PolÃtico y Social Juan Antonio González Pacheco y por el ex escolta de Franco Celso Galván relatan a Público su experiencia
La orden de búsqueda y captura internacional contra cuatro presuntos torturadores del régimen de Franco emitida por la Justicia argentina marca un antes y un después en la lucha contra la impunidad de la dictadura franquista. Los abogados de la querella argentina no dudan en señalar que las órdenes convierten el dÃa de ayer, miércoles, en un dÃa histórico.
Sin embargo, más allá de la lucha global, la actuación de la Justicia argentina adquiere una relevancia especial para las vÃctimas de los presuntos torturadores. Aquellos que, estando Franco todavÃa vivo, se jugaron la vida en la lucha por una España democrática y que sufrieron las torturas de los hombres de la dictadura.
Público ha contactado con algunas de estas personas y ha recopilado sus testimonios. La emoción aún marca sus palabras cuando recuerdas los interrogatorios sufridos con Antonio González Pacheco, alias Billy el Niño, como interrogador y con la aparición esporádica de Celso Galván, escolta de Franco. El nombre de Billy el Niño aparece hasta en 16 querellas. Estos son algunos de sus vÃctimas.
Luis Pérez: «Me sacó por la ventana sujetándome por los pies»
«Era un hombre muy corpulento cuyo gesto siempre mostraba desprecio»
Luis Pérez es en la actualidad el presidente de la asociación de expresos del franquismo. Estuvo siete años en prisión por pertenencia a partido polÃtico en calidad de dirigente. Durante la década de los 60 fue un miembro destacado del comité central del Partido Comunista. A pesar del paso del tiempo recuerda a la perfección a Billy el Niño. «Era un animal. Un salvaje, que disfrutaba pegando. Era un hombre muy corpulento cuyo gesto siempre mostraba desprecio. Me pegó hasta la saciedad», relata a Público Pérez.
Luis fue detenido el 23 de abril de 1967 y fue llevado a la Dirección General de Seguridad, donde permaneció 72 horas, esposado y sin apenas comer. Allà conoció a Billy el Niño. «Billy pasaba por al lado de mi celda cada equis tiempo y me decÃa: ‘Hombre, qué de tiempo sin vernos’ y me daba una nueva paliza. Asà durante todo el tiempo», recuerda Pérez.
No obstante, la peor experiencia que vivió con Billy el Niño la tuvo en la misma ventana desde donde lanzaron a Julián Grimau. Billy el Niño lo agarró por los pies y sacó todo el cuerpo de Luis por la ventana. «Te vamos a dejar caer como hicimos con Julián», le decÃa el torturador, según relata Luis, que califica a Billy el Niño como un hombre de una «brutalidad extraordinaria».
MarÃa RumÃn: «Me partió la cara a puñetazos»
MarÃa RumÃn tenÃa 17 años cuando fue detenida por la policÃa franquista. Militaba en la Enseñanza Media de las Juventudes Comunistas. En febrero de 1975, junto con otros compañeros, MarÃa se sumó a una acción en defensa de la escuela pública gratuita y de calidad. La acción consistÃa en contar el tráfico con una cadena en la Plaza del Parterre (Carabanchel). Lo que MarÃa y sus compañeros no sabÃan es que en sus filas habÃa un infiltrado de la Brigada PolÃtico y Social. Minutos antes de iniciar la acción todos ellos fueron detenidos.
«Sólo de oÃr el nombre de Billy el Niño se me ponen los pelos de punta»MarÃa estuvo tres dÃas detenida en la comisarÃa de la Puerta del Sol. Nadie avisó a su familia y nadie dio información sobre su paradero durante esos tres dÃas. «TodavÃa se me ponen los pelos de punta cuando recuerdo aquellos dÃas. Sólo de oÃr el nombre de Billy el Niño se me ponen los pelos de punta», asegura.
A pesar de ser menor de edad, MarÃa asegura que fue abofeteada y pateada durante los interrogatorios para forzar que delatara a sus compañeros. «Billy el Niño me partió la cara a puñetazos», relata. «Cuantas más preguntas me hacÃan y más silencio guardaba yo, más puñetazos me daban. Recuerdo su cara. ParecÃa que disfrutaba con aquello. TenÃa como una cara de gusto», asegura.
A los tres dÃas de estar detenida en la Dirección General de Seguridad, MarÃa fue liberada. Al entregarle sus pertenencias descubrió que le habÃan robado hasta el poco dinero que llevaba en la cartera. «Ni siquiera podÃa denunciar. ¿A quién iba a ir? ¿Al Estado que consentÃa las torturas?, sentencia MarÃa.
Felisa ‘Kutxi’ Echerroyen Echegoyen: «La primera noche fue terrible»
«Me cogieron de los pelos y me llevaron hasta la ventana. Me pusieron de espaldas a ella y comenzaron a interrogarme y a golpearme»Felisa fue detenida el 8 de octubre de 1974. TenÃa 26 años. Estaba en su casa cuando cinco policÃas, entre ellos Billy el Niño irrumpieron a golpes. «Me cogieron de los pelos y me llevaron hasta la ventana. Me pusieron de espaldas a ella y comenzaron a interrogarme y a golpearme. Pensé que me iban a lanzar», relata a Público. Presa del pánico, Felisa comenzó a gritar pidiendo auxilio. Billy el Niño cogió un pañuelo y se lo metió en la boca a golpes.
Registraron toda su casa en busca de una máquina multicopista. Sin embargo, en su casa no habÃa nada salvo los restos de haber estado quemando toda la propaganda que poseÃa. Felisa formaba parte de la Liga Comunista Revolucionaria. Junto a ella habÃan detenido a otros siete miembros de la organización.
«La primera noche fue terrible. La pasé entre golpes, palizas y careos con otros detenidos. Negué conocer a todos ellos, menos a uno. Era mi marido», relata MarÃa, que señala que el segundo dÃa cayó presa del pánico y sufrió un ataque de nervios que la dejó completamente rÃgida. «Los policÃas se asustaron porque no me movÃa y me llevaron al médico. Gracias a eso, el segundo y el tercer dÃa no me pegaron. Se ocuparon de mà los policÃas que hacÃan de ‘buenos'», recuerda.
El tercer dÃa los policÃas le pasaron su declaración para que la firmara. La leyó, vio que todo estaba en orden y firmó justo tras el punto final de la declaración. «Si dejaba solo un pequeño espacio en blanco sabÃa que la falsearÃan cuando me fuera», explica. «Mira la niña. ParecÃa tonta pero sabe donde tiene que firmar», le espetaron los policÃas. Felisa fue condenada a prisión, pero sólo estuvo tres meses en la cárcel porque fue beneficiada de la amnistÃa aplicada a los presos por la proclamación del rey Juan Carlos.
José MarÃa ‘Chato’ Galante: «Intentaron ahogarme para que ‘cantara’
Chato Galante es miembro de la asociación de expresos del franquismo La comuna. Su dedicación y trabajo han resultado fundamentales para el éxito de la querella argentina. Sin embargo, su lucha por una España más democrática viene desde los años 60, cuando luchaba desde la universidad contra el régimen de Franco.
Chato fue detenido en el año 1969 cuando formaba parte de los comités de acción de la Universidad Politécnica de Madrid. Era su segunda detención y fue llevado hasta la Dirección General de Seguridad. Allà apareció Celso Galván, escolta del propio Franco y más tarde del rey Juan Carlos y, según los testimonios, un torturador de primera.
«Celso no estaba inscrito a ninguno de los grupos de la Brigada PolÃtico y Social, pero estaba allà casi siempre. Según los testimonios, es el autor del disparo que mató al estudiante Enrique Ruano», señala Galante, que asegura que su paso por comisarÃa no fue más que lo habitual durante aquella época. «Intentaron ahogarme para que cantara y después me obligaron a hacer el pato. ¿En qué consistÃa? En caminar de puntillas cuando tenÃas los tobillos esposados desde atrás. Era muy duro caminar asà y yo no podÃa, por lo que me atizaban el doble», sentencia Chato.
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