Patricio Guzmán: «España no ha trabajado su memoria»
El cineasta chileno recibe el premio del Festival de Cine y Derechos Humanos de San Sebastián
PaÃs Vasco | 23/04/2013 –
San Sebastián (EFE).- El documentalista chileno Patricio Guzmán, uno de los grandes cronistas de la historia reciente de su paÃs, cree que España, al igual que Chile, «no ha trabajado su memoria» y piensa que quizá por ello no ha desempeñado un papel más relevante «en el concierto de paÃses europeos». «Un paÃs sin memoria pierde energÃa», destaca el cineasta chileno, que el próximo viernes recogerá el Premio del XI Festival de Derechos Humanos de San Sebastián y que este lunes lo recibió de forma simbólica de manos del alcalde donostiarra, Juan Karlos Izagirre.
El galardón es una serigrafÃa de la artista Azucena Vieites, que el Festival le entregará en la jornada de clausura, en la que se proyectarán sus filmes ‘Chile, la memoria obstinada’ y ‘Chile, una galaxia de problemas’, además de ‘Violeta se fue a los cielos’, de Andrés Wood, sobre la cantante chilena Violeta Parra.
El cineasta aseguró que va a seguir rodando pelÃculas sobre «la memoria», sobre lo ocurrido en su paÃs en el último medio siglo, «y no por obligación, sino por pasión». El autor de ‘La batalla de Chile’ señaló, en rueda de prensa, que el golpe de Estado de Augusto Pinochet fue «tan desproporcionado» que nunca va a dejar de evocar lo sucedido, sobre todo cuando en su paÃs «no hay un cultivo de la memoria».
En ese sentido, señala que hace un tiempo tuvo en sus manos una guÃa turÃstica alemana que tenÃa «más datos históricos que los textos escolares chilenos». Por ello, considera «muy importante» que se «aseguren» las causas de las muertes de Salvador Allende -se ha confirmado el suicidio- y el poeta Pablo Neruda -sus restos se exhumaron el pasado 8 de abril-.
A su vez, recalcó que es mucho más importante investigar los casos de las personas desaparecidas, que sus responsables den información sobre su paradero, sobre dónde fueron arrojados al mar o qué aviones y helicópteros intervinieron en esas operaciones.
«La desaparición impide el duelo, y esa es la tortura más grande que se puede dar a una sociedad», destacó Guzmán, tras afirmar que el suicidio de Allende fue el «acto polÃtico» de un presidente que «morÃa con su pueblo, que no querÃa verse humillado ante Pinochet ni exiliado». El realizador, que dejó su paÃs tras el golpe, en 1973, y vive en ParÃs, cree que España tampoco «ha trabajado su memoria» y piensa que quizá por ello no ha desempeñado un papel más relevante «en el concierto de paÃses europeos».
Guzmán subrayó que «cualquier medio es necesario para reconstruir una historia que ha sido mal construida por la historia oficial», la que «ha negado el genio de Allende, que fue hombre un espectacular que trató de hacer la revolución sin guerra civil y al que se ha insultado de las maneras más ruines». «Cuantas más novelas, obras de teatro, pelÃculas de ficción, documentales y ensayo haya, tanto mejor», comentó Guzmán, que admira el cine de su compatriota Pablo Larrain, que trasladó a su filme ‘No’ los avatares de la campaña del referéndum que apartó a Pinochet del poder y cuyo filme anterior, ‘Tony Manero’, considera «extraordinario».
«Y me gusta mucho ‘No’ porque demuestra que la transición polÃtica en Chile fue más producto de una campaña publicitaria que de una operación polÃtica», añadió el realizador, que precisó no obstante que «la transición realmente comienza cuando Pinochet cae preso porque la gente pierde el miedo y empieza a poner recursos ante los tribunales por sus desaparecidos».