Argentina: Casi 7.000 horas de grabación
Juicios de la dictadura en 8mm
Nazaret Castro | Buenos Aires
El INCAA está registrando los procesos de 27 causas contra la humanidad
El material será de acceso público una vez haya sentencias en firme
Los procesos judiciales por las violaciones de derechos humanos durante la dictadura militar argentina (1976-1983) estarán disponibles en imágenes y serán de libre acceso una vez existan sentencias en firme de los casos. Ya son casi siete mil horas de grabaciónlas que han sido registradas por el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA) sólo en la ciudad de Buenos Aires.
Esas 6.725 horas de material grabado que hasta ahora ha contabilizado el INCAA responde a las tres causas que se están registrando en la ciudad de Buenos Aires: la represión en la Escuela de la Mecánica de la Armada (ESMA), el caso Vesubio y el plan sistemático de robo de bebés. Pero el Instituto Nacional de Cine ha suscrito convenios con buena parte de las provincias argentinas, y está registrando otros 24 procesos judiciales a lo largo y ancho del paÃs. Entre ellos, algunos tan tristemente célebres como la masacre de Trelew en Chubut, los fusilamientos de los curas de El Chamical, en La Rioja, o los crÃmenes en La Escuelita II, en Neuquén.
En cintas de cassette
Según publicaba ayer el diario ‘Página 12’, cuando llegó el primer equipo del INCAA a los Tribunales del barrio porteño de Retiro, se encontró con que los registros se hacÃan apenas en cintas de cassette o bien precarias grabaciones que realizaba la policÃa, en plano fijo y con la lógica «de cámara de seguridad». Poco importaba si el interrogado se salÃa del cuadro; apenas importaba el audio.
Aunque los cineastas encontraron más o menos facilidades según los magistrados, las grabaciones alteraron la lógica de los juicios, hasta el punto de que se planteó que el registro audiovisual hacÃa innecesario convocar por segunda vez a un testigo. Además, las cámaras no sólo llegaron a los tribunales: también entraron, junto a letrados, testigos y magistrados, en las inspecciones oculares de los ex centros clandestinos.
El INCAA llevó una mirada cinematográfica: sus profesionales creen que el ojo de la cámara tiene mucho que decir en el registro de esa memoria histórica de la que también forman parte los juicios. Que es importante grabar al imputado en primer plano y registrar sus silencios, sus miradas, sus gestos. Aunque algunos consiguieron escapar de la mirada de los cineastas: como Alfredo Astiz, imputado por represión en el juicio del ESMA, que, según cuentan responsables del INCAA entrevistados por ‘Página 12’, buscó a conciencia el ángulo en el que, tapado por sus abogados, no le alcanzaba ninguna de las cámaras de la sala.
todo esto hablarán en las jornadas que están previstas para el próximo 1 de marzo, cuando, a puerta cerrada, un centenar de personas directamente involucradas en el proyecto analizarán las experiencias que hasta ahora se han vivido con este proyecto pionero y experimental.
Acceso público
Una vez la justicia vaya emitiendo sentencias en firme en cada uno de los juicios, el material será de acceso público y quedará a disposición de quienes deseen consultarla gratuitamente. La SecretarÃa de Derechos Humanos de la Nación y las secretarÃas provinciales conservarán copias. Una copia quedará en el Archivo Nacional de la Memoria. Todas las instituciones que deseen guardar también otra podrán pedirla si pueden pagarla y tienen dónde archivarla.
Para el INCAA, este proyecto «es una respuesta a la necesidad de registrar en un archivo único el relato completo de los protagonistas del pasado más oscuro de la Argentina», durante el mandato de un gobierno, el que encabeza Cristina Fernández de Kirchner, que enarbola la bandera de la defensa de los derechos humanos y que puede ostentar, como uno de sus mayores logros, el avance en la depuración de responsabilidades de los crÃmenes de la dictadura.
http://www.elmundo.es/america/2013/02/12/argentina/1360692177.html