Mallorca dibuja su memoria histórica
Pere Joan y Bartomeu Seguà recrean para Glénat dos episodios de la Guerra Civil que acaecieron en Mallorca
M. ELENA VALLÉS. PALMA Las Nuevas hazañas bélicas (Glénat), una recuperación de las legendarias historietas que en 1948 puso en marcha Guillermo Sánchez Boix (Boixcar), son, por una parte, una suerte de «nueva memoria histórica», en palabras de Pere Joan. Una recreación de episodios sobre la Guerra Civil –todos ellos guionizados por Hernán Migoya– que tiene como objetivo darle una vuelta de tuerca a la historia oficial, a veces a través de la ocurrencia y otras a partir del delirio. «Cuando ha pasado el tiempo y se asumen las cosas, se puede practicar el humor –opina el dibujante–. Y está bien que el cómic también pueda tratar sobre determinados episodios de la contienda desde otra perspectiva y desde su propio lenguaje y reglas», considera el dibujante, quien junto a Bartomeu Seguà entrega los dos cuadernillos de Nuevas hazañas centrados en la memoria histórica de Mallorca. Su publicación está prevista para noviembre.
El autor de Nocilla Experience. La novela gráfica se ofreció a Migoya para encarar alguna de las historietas ambientadas en la isla. Y le tocó enfrentarse al general Conde Aldo Rossi, a quien bautiza jugando a los dobles sentidos Rossi de Palma, como la actriz, un detalle que deja entrever el tono algo disparatado del cómic. «Me leà la novela de Miguel Dalmau [La noche del Diablo] sobre este personaje y también me documenté sobre él a partir de las pocas fotografÃas que hay», explica Pere, quien ha desplegado una habilidad residual en su trayectoria: dibujar rostros y retratos. «El personaje me lo pedÃa –indica–, pero no ha hecho falta caricaturizarle porque Rossi ya era histriónico per se, un mussolinito que iba a caballo y cuyo tÃtulo nobiliario tampoco se conocÃa si era verdadero o no», relata. «Fue un general italiano fascista muy represivo y que supo elevar su persona a la categorÃa de personaje», añade el mallorquÃn. Las fuerzas vivas de Ciutat también acompañan a Rossi a lo largo de estas diez páginas en blanco y negro trazadas por Pere Joan. Entre los personajes históricos filtrados cabe nombrar al financiero Juan March, al obispo Josep Miralles, al marqués Alfonso de Zayas –lÃder falangista de Palma– o a la madame (una invención de Migoya) del prostÃbulo Ca n´Elena. Los escenarios en los que se desarrolla la acción son realistas, verosÃmiles, pero no cien por cien exactos: nos parecen calles del casco antiguo palmesano o iglesias de Ciutat. Todo está dibujado a lápiz sin pasar a tinta «para que las viñetas no resulten tan limpias y haya más sombreados, algo acorde a una etapa gris como la Guerra Civil».
Escenarios realistas
Si el telón de fondo de la historia es en Pere Joan representativo pero no exacto, en el Premio Nacional de Cómic Bartomeu Seguà es escrupulosamente realista y veraz (o casi). Si hay algo que caracteriza el trabajo del autor de Las serpientes ciegas es la exhaustiva documentación. Su cuadernillo de Nuevas hazañas bélicas versa sobre el desembarco en 1936 en la costa de Manacor del capitán Bayo, quien llegó a la isla con la misión de liberarla de los nacionales y recuperarla para los republicanos. «En efecto, tenÃa imágenes incluso del despacho del presidente de la Generalitat de Catalunya entonces, LluÃs Companys», explica SeguÃ. En su historieta, titulada La huida del planeta de los tibios, el giro argumental lo brinda la introducción de un grupo de zombies en Cabrera, verdadera motivación por la que Bayo se quedó atrincherado en la playa de Manacor fracasando en su misión. Entre los personajes históricos que aparecen cabe nombrar al anarquista Juan GarcÃa Oliver.
La presentación de los dos cuadernillos (uno de la serie azul y el otro de la roja), que llevan a cabo una reinterpretación libre, delirante y artÃstica de la memoria histórica isleña, tendrá lugar probablemente en un recinto que les viene como anillo al dedo, el Castell de Sant Carles.