Una exposición reivindica el arte en las cárceles de la Guerra Civil
Exposición de los dibujantes Pedro Antequera Azpiri y David Álvarez, abierta en el Centro de la Memoria Histórica de Salamanca
Noticias EFE. Justino Sanchón.
Salamanca, 4 abr (EFE).- Una exposición de los dibujantes Pedro Antequera Azpiri y David Álvarez, abierta en el Centro de la Memoria Histórica de Salamanca, reivindica el arte que se realizaba en las cárceles españolas durante la Guerra Civil y el franquismo.
Por ello, la muestra, que permanecerá abierta durante abril y mayo, lleva el título de «Retratos desde la prisión» y en ella se pueden disfrutar las caricaturas que Antequera Azpiri y Álvarez realizaron durante su periplo en las cárceles franquistas, así como las que otros presos hicieron de ellos.
Los dos artistas españoles, que eran pintores, caricaturistas, dibujantes e ilustradores, nacieron en Madrid, desarrollaron una parte de sus carreras profesionales en San Sebastián, donde se conocieron, y, posteriormente, fueron encarcelados en la prisión de Conde de Toreno, en Madrid, aunque David Álvarez fue fusilado en 1940 y Pedro Antequera fue liberado en 1943, tras pasar por los penales de Cuéllar (Segovia) y Las Comendadoras y Yeserías, en Madrid.
A través de sus retratos, el Centro de la Memoria Histórica de Salamanca pretende reivindicar la figura del arte en las cárceles franquistas, que fueron recorridas por «varios cientos de artistas republicanos» y en las que se realizaron obras que recreaban «no sólo el vivir cotidiano de los presos, sino su dolor, frustración y desesperanza», según relata Francisco Agramunt en el libro que da cobertura a la exposición salmantina.
David Álvarez y Pedro Antequera Azpiri fueron dos de los artistas que recorrieron estas cárceles, dos dibujantes con un perfil creativo muy similar, ya que abordaron campos como la caricatura, la publicidad, el cartelismo y la ilustración.
En la exposición de Salamanca se pueden observar obras de estos dos artistas, entre las que se demuestran el olvido al que fueron sometidos, como el caso de la ilustración que David Álvarez realizó el libro «La niña instruida», de Victoriano Ascarza.
Según ha revelado el comisario de la exposición, Mikel Lertxundi, la editorial «El Magisterio Español» se preocupó «de borrar su firma en la portada», un hecho que ocurrió en octubre de 1939, medio año después de ser apresado el artista vasco, y que se volvió a repetir en 1948 cuando se volvió a editar la «Gramática» de Ezequiel Solana y que tampoco reflejaba la firma de Álvarez.
Tanto Pedro Antequera Azpiri como David Álvarez hicieron frente a la Guerra Civil con sus dibujos, por lo que el primero realizaba caricaturas e ilustraciones de corte político y trabajaba en el Negociado de Prensa del Servicio de Investigación Militar, mientras que Álvarez se alistó en las Milicias Vascas Antifranquistas.
Sin embargo, el final de la Guerra Civil fue diferente para los dos, ya que Antequera Azpiri fue detenido y pasó por diversas cárceles franquistas, mientras que David Álvarez fue fusilado en 1940.
Los trabajos que los dos dibujantes hicieron en la prisión, y que forman la exposición, han sido un ejemplo del periplo de los artistas en las cárceles franquistas, donde se fomentaron las actividades artísticas con la creación de Talleres de Artes Plásticas (el más importante estuvo en la cárcel modelo de Valencia), escuelas, revistas, concursos y exposiciones, según señala Francisco Agramunt en su libro de esta muestra.
Todas estas formas de expresión hicieron que los artistas presos se organizaran internamente y reforzaran sus relaciones y la comunicación con el exterior.
Entre ellos estaban Pedro Antequera Azpiri y David Álvarez, quienes recurrieron a la caricatura en su estancia en las cárceles como un intento de «escapar a la terrible situación que estaban viviendo», según revela el comisario de la muestra. EFE